El papel del equipo humano en Pola Park: conoce a quienes hacen posible la magia
Entrar en Pola Park es como cruzar una puerta a otro mundo. Uno donde las luces, las risas, los gritos de emoción y esa mezcla de olores dulces y salados te envuelven sin darte cuenta. Pero lo que no se ve a simple vista es el trabajo de un equipo humano que, lejos de los focos, se deja la piel para que todo funcione con la precisión de un reloj.
La esencia humana de Pola Park
Hace casi 30 años que abrimos nuestras puertas, y cada temporada lo hacemos con la misma ilusión, pero también con la responsabilidad de saber que, para muchas familias, esta visita no es una más. Es una promesa de alegría, de desconexión, de recuerdos que perduran.
Detrás de esa promesa hay manos que limpian sin que se note, voces que animan sin desfallecer, ideas que dan forma a nuevas experiencias y sonrisas que, aunque no siempre se ven, están ahí. Tal vez no recuerdes sus caras, pero si alguna vez sentiste que estabas en un lugar especial, probablemente ellos tuvieron mucho que ver.
Las piezas clave del equipo
- Operaciones de atracciones. Revisiones diarias, seguridad, atención cercana. Nada queda al azar.
- Animación y espectáculos. Ensayos, vestuarios, luces, puestas en escena para cada temporada.
- Restauración y servicio de alimentos. Cocinar y atender con organización y sonrisa.
- Atención al cliente y taquillas. La primera impresión que marca el día.
- Limpieza, mantenimiento y seguridad. El trabajo invisible que permite abrir cada jornada.
- Coordinación y administración. Planificación, horarios, promociones y eventos.
Cómo formamos y cuidamos a nuestro equipo
En Pola Park seleccionamos personas con vocación y ganas. Luego las formamos en seguridad, atención, primeros auxilios, manipulación de alimentos… pero también en algo más difícil de enseñar: el arte de tratar bien a las personas.
Ejemplos reales de su implicación
- Preparativos para campañas especiales como Halloween, Navidad o Verano.
- Jornadas escolares con cientos de niños que requieren empatía y dinamismo.
- Días de máxima afluencia, donde el esfuerzo y la coordinación se multiplican.
La experiencia del visitante también depende del equipo
Las atracciones importan, pero lo que realmente se recuerda es cómo te sentiste: si te atendieron bien, si todo estaba cuidado, si alguien te sacó una sonrisa. Eso es lo que hace especial una visita.
Conclusión
Pola Park no solo es diversión y luces: es un equipo humano que trabaja con el corazón. Desde quien te entrega la entrada con una sonrisa hasta quien desinfecta un asiento sin que lo notes. La próxima vez que vengas, mira más allá de la noria o del algodón de azúcar: detrás de cada carcajada hay alguien que la hizo posible.